crispados en el deseo,
ardiendo en el vacío,
solapando sílabas
sin conexión,
argumentando un disfraz.
Encanto de la mentira misma.
Te encajonaste,
rotulaste,mutilaste,
todo tan disperso...
transparente y por el piso,
quedó algo de quién eras.
En medio del campo,
de rodillas,
te arrancás el rostro,
pedazo a pedazo sin sentir.
El mismo que creíste tuyo.
Tormentosa búsqueda hacia la copa del árbol,
el sol resplandecerá en tu cara,
como un pena gastada.
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