En este hambre
de amarnos
sin masticar.
Tragando horas
sin destino.
Quizás porque
no sólo hemos bebido flores,
sino porque
estarías cuando todo estalle,
en el eterno invierno
y torturaran nuestras espaldas.
Ya no más miradas al fondo,
grietas en la piel,
cal
y otra mejilla.
de amarnos
sin masticar.
Tragando horas
sin destino.
Quizás porque
no sólo hemos bebido flores,
sino porque
estarías cuando todo estalle,
en el eterno invierno
y torturaran nuestras espaldas.
Ya no más miradas al fondo,
grietas en la piel,
cal
y otra mejilla.
C.M.
No hay comentarios :
Publicar un comentario