Ayer,
lo mataron en la llama de su esperanza,
Quebramos
nuestros sentidos,
Nos
partimos.
El
fuego que ardía en nuestros corazones,
En
nuestros puños,
Buscábamos
justicia.
Gritábamos
sin voz,
Corríamos…
Me
deshice en un día de octubre,
No
podía parar,
De caer
y caer y el piso no me contenía.
Nos
miramos los rostros deshechos,
Y en el
abrazo de un amigo nos encontramos.
Y no
puedo aceptar,
Este
maldito tiempo que no para de sangrar
Y él
que se va.
28/12/11
C.M.
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