En el cielo
hay retazos del fuego,
te enseñaré a bordarlo de púrpura,
a cerrar los ojos cuando pasan las nubes.
La noche está lejana,
y cubre las calles de ausencia,
de frío,
clama la voz que no tiene,
los ojos que perdió,
congela el débil hilo entre la confesión y la mentira.
Te vas a ir,
vertiendo la última lágrima,
pedaleando bajo la lluvia,
como navegante de una ciudad,
donde todas las esquinas son como puertos,
donde todo está marcado y lo único que uno quiere,
es llegar a casa.
C.M.
Qué bueno.
ResponderEliminarMe hace acordar a muchas cosas pero no sé cuáles son.
Lindos poemas.
Gracias!! :) pero a que cosas? no dijiste mucho jaja. abrazo
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