Éste azufre
que incendia dolores,
no los dispersa.
Crepitando las voces.
Qué se pronuncian,
con volátil fuego.
Caen en las cenizas de un atardecer,
que se va para siempre.
Gris sobre rojo.
Intimidando tus miedos,
ardiendo silenciosamente.
C.M.
Me gustan tus poemas... gracias por compartirlos.
ResponderEliminarMe alegro que te gusten :).Gracias a vos por seguirlos
ResponderEliminar